jueves, 28 de febrero de 2013

El hecho diferencial explicado para madrileños y catalanes: cap. 1

Hoy quiero entrar ya en harina, que es lo que estáis esperando en el fondo: que dé cera a tope. Basta ya de paños calientes, de hacernos la pelota.

Catalanes y madrileños no se entienden en general, pero sí en particular. Una de las quejas más recurrentes aquí es "desde Madrit no nos entienden".

No sé muy bien qué es lo que no entendemos. Parece que herimos constantemente sensibilidades, que hay desafección y desprecio, que somos unos cafres... Y desde Madriz, la gente se encuentra confusa, porque no sabemos qué significa EL HECHO DIFERENCIAL.

Quiero romper una lanza por mis paisanos. No os comprendemos, porque aquí no existe tal hecho diferencial. Somos insensibles, como un novio muy masculino, y los catalanes tienen sentimientos, como una novia premenstrual. Cuando escuchamos esto, nuestra cabeza tiene dentro un mono con platillos y nada más.

No se me echen encima. Soy una auténtica, pesada y loca novia premenstrual, así que poco a poco comienzo a comprender. Y eso vengo a explicar, aunque aún no lo entienda bien.

Cosas que no comprendemos en Madriz sobre Barcelona:

- La cultura y las tradiciones:
Catalunya tiene milenarias tradiciones, una lengua propia con bastante desarrollo y penetración social, y costumbres muy arraigadas. De esto en Madrid solamente tenemos una lengua, pero no es propia ni nada, es el castellano. Lo más parecido es el tema castizo, muy salao y divertido, pero desde luego, nada milenario. Además, pocos madrileños hay, así que mal conservado lo tenemos. Por eso es interesante conocerla más a fondo: esto limaría muchas asperezas seguro.
Atención: la cultura catalana no es solamente la que conocemos. No es la Fura dels Baus o el Tricicle. También son el hereu y la pubilla. La ranciedad y la caspa no solo afecta a la meseta, ¡¡que no os embauquen!!

Gigantes y cabezudos de pubilla y hereu

- El pacto fiscal:
Es muy difícil que un madrileño logre comprender el tan famoso slogan "Espanya ens roba". Más bien opina que es al revés: que Catalunya anda robando desde hace muchos años. Nunca nos podremos de acuerdo.
Yo ahora opino que nos roban nuestros políticos. Y de paso, confirmo que aquí no pago más impuestos que en Madrid. Eso sí, pago autopistas (a empresas catalanas como Abertis).
Me da lo mismo que seáis españoles, catalanes o vascos: si no sois bancos suizos mirad lo que os hago, ¡marginales!

- La ausencia de tapas en los bares:
Me remito a mi propio post sobre el asunto. Otro tema que no comprendemos es la forma de tirar las cañas, como ya sabéis.

Aquí y ahora, las cosas que no se comprenden de Madrit en Barcelona:

- La forma de trabajar:
Varias veces me he encontrado con que me decían "aquí en Catalunya no se trabaja como en Madrit, ¡aquí se trabaja de verdad!"
Os confieso: no hay cosa con la que esté más en desacuerdo y que me moleste más. He trabajado mucho con Barcelona, desde Madrid, y ahora lo hago felizmente desde aquí.
NO HAY DIFERENCIA ALGUNA. Si acaso, que en Madriz vamos mucho más acelerados. El ritmo es más vertiginoso en la capital del reino. Mito desmentido (por mi).
La movida es que aquí no se comprende otro aspecto: EL AFTERWORK. La parte divertida del trabajo, las copas, el reunirse con los compis. Aquí se intenta implementar, pero queda forzado. Esto nos ha dado mala fama: se creen que estamos todo el día de cachondeo, cuando en Madrid lo que se hace más es CURRAR COMO HIJOS DE PU... paro, que mi madre me lee.
True madrileñan poligon aftwerwork



- El carácter:
Los catalanes son muy cariñosos, amigables y graciosos. Os lo garantizo. Peeeeero no será inmediatamente cuando experimentéis esto. Aquí son más tranquilos por lo general, es otro ritmo. De hecho, a muchos les molesta el excesivo grado de camaradería que se ve en Madrid, y su inmediatez. A mi no me molesta en absoluto, de hecho procuro ser así y considero que tengo un carácter muy muy madrileño. Pero a ellos les hace desconfiar. Dadles confianza y serán vuestros per sempre. Yo estoy feliz y mi acogida ha sido GENIAL. ¡Un 10 para los barceloníes!

- Telemadrid:
Algo que tengo que explicar con frecuencia en Barcelona es que Telemadrid se ve más en Catalunya que en Madrid. Hace muchos años que la tele autonómica no interesa a los madrileños, y en consecuencia, carece de audiencia, de anunciantes y de presupuesto. De hecho, la programación más interesante últimamente era la foto de sus estudios que ponían en sus numerosas jornadas de huelga.
TV3 es una auténtica institución aquí. Ha hecho más por el catalán que cualquier libro publicado, y es un símbolo para varias generaciones, con los legendarios dibujos animados que las han educado. Telemadrid, en cambio, significa poco para los madrileños. Me gustaría que mi tele fuera motivo de orgullo, pero espero que algún día lo pueda ser. Madrid se merece más.

Pantalla de huelga de Telemadrid: lo más visto en 2012.


Por hoy termino, que es mucho lo que tengo que explicar en sucesivas entradas del blog... siempre con humor y con amor. Que al fin y al cabo, el amor es lo que me trajo a esta bella tierra.










lunes, 25 de febrero de 2013

Cosas que eran mejores antes (y que ojalá vuelvan)

Lo confieso: la nostalgia me invade. Hoy me dio por pensar que hay cosas que ya no volverán, como la infancia, pero que podremos revivir a través de nuestros hijos, sobrinos o nietos.

Pero hay otras cosas que no volverán. O no tiene pinta, al menos. Vamos a ver si me acuerdo de todas.


¿Tacuerdas? Los hermanos Alcázar aún siguen ahí, esperando que Amancio ceda y quite el Breska.


Quedar en Madrid Rock:

Antiguamente, en los años 80 y 90, los madrileños comprábamos discos de serie media, pósters y entradas a conciertos aquí, en Madrid Rock. El buque insignia de esta cadena estaba en la Gran Vía, a la altura casi de Montera, justo a la salida del metro. Esto hacía que todo el mundo, perteneciente a todas las tribus urbanas (algo muy noventas), quedara allí, proveniente del extrarradio. Servidora llegaba desde la punta norte, de Herrera Oria, al final justo de la línea 9. Y oh amigos, ¡os puedo jurar que el viaje valía la pena!
Y no es que en La Vaguada no hubiera tienda de discos, qué va. Allí estaba Discoplay, una de las grandes tiendas que también tenía venta por catálogo, su célebre BID, que para musicófilas como yo, era una auténtica pasada:

¡Qué viejuno, y cómo nos dejábamos los ojos!

Madrid Rock era un paraíso, y siempre lo recuerdo lleno, con grandes colas. Algo bajó cuando vino la Fnac, pero el rollo era otro. Era más rock de asfalto y menos gafapasta, no sé. Por eso ellos siguen ahí.

Pasar la tarde comprando discos:

Se solía comenzar por aquí, y se seguía por Malasaña, Callao, Las Descalzas y las cercanías de Plaza España. Otros días se iba a Moncloa. Discos del Sur, Diskpol (tan intelectuales y callados ellos), Disco Express, Escridiscos, La Metralleta, Sun Records para los más heavies... Tantas horas buscandos discos, dale que dale. Buscando la segunda mano, porque tenías 15 ó 16 años y no daba para más.

Esto sí que me juego el cuello a que no volverá. No hay vuelta atrás, y estas son batallas de abuela. ¡CALLE, ABUELA!


Merendar Nocilla sin miedo a engordar

Otra de las cosas que tendremos que vivir vicariamente, es decir, a través de nuestros hijos (si no nos salen GORDERAS), es ponerse ciego/a de Nocilla o Nutella sin morirnos del remordimiento. ¿A qué edad empieza a engordar la Nocilla? ¿Qué placer es comparable al de meter el cuchillaco en el bote y chupar a palo seco? Sin duda, el Satanás del Paraíso Perdido es este y no una serpiente o una manzana.


Mirad cómo lo gozo en Formentera, en la terraza de las Nutellas Gigantes. Pues es mentira: eran asientos.

Las pizzas de Telepizza

Mira, yo no sé qué ha pasado ahí, si es que antes Telepi era casi un monopolio, o yo qué sé. Pero ante la duda, DOMINO'S SIEMPRE. Y eso que las ponen a un euro, te dan alitas o hasta te las regalan. Pero el pan de ajo del Domino's Pizza y su extra de grasa es una deliciosidad que traspasa cualquier servilleta. Antes, Pizza Hut era la opción para los más gourmets de la comida rápida, pero Telepi cuando empezó no estaba nada mal. Habrá quien me discuta esto, pero es indudable su bajón de calidad. ¿Qué ha pasado?

La tele en Navidad

Otra cosa que no tiene pinta de retornar son las nocheviejas con Martes y Trece, y por supuesto Sabrina, si puede ser. Algo que muchos añoramos y que nunca será lo "pispo".


¡Covadonga está enfabada!

Alfonso Arús a nivel nacional:

Suponiendo, claro, que en un futuro "nacional" equivalga a España + Catalunya. Porque Arús sigue haciendo de las suyas, en 8 TV, en un programa bastante flojo que habla de tele, básicamente. Se llama Arucitys y lleva ya 10 añazos.
Para mis amigos mesetarios, os informo de que Arús llevaba peluca en Vídeos de Primera, ya no lleva gafas y está de un color entre marrón y naranja que no es nada saludable. Esta tanorexia la comparte con su mujer, Angie, que es un ser muy absurdo, hermana del Cárdenas y madre de los cuatro hijos de Arús. Esta madura está muy encantada de haberse conocido, así que las veces que habla (dice alguna chorrada, más bien), mira a la cámara y pone morritos.



Mira, esta idea de matrimonios televisivos solamente se las consiento a los dentistas de Tu Estilo a Juicio o a los enormes Iker y Carmen Porter.


Hace unos años: aquí la tenéis. Me ha costado encontrar una imagen de ella con el canalillo tapao.
http://angiecardenas.blogspot.com.es/









Ahora: parece ser que alguna remodelación hay, pero en ningún caso estos arreglos han sido CEREBRALES. Cuando habla, me alegro de no saber catalán bien.





 
Los políticos no tenían Twitter porque no existía

No paramos de asistir, estupefactos, a las salidas del tiesto de nuestros políticos y grandes figuras como AR Quintana, en la herramienta del pajarillo azul. Cuesta creer que alguien pueda escribir semejantes salvajadas, como las de hoy de Toni Cantó, sobre la violencia de género. Pero claro, quien tiene boca se equivoca.

Si tienes Twitter y eres un representante de los ciudadanos, NO TE PUEDES EQUIVOCAR.

Lo voy a poner bien grande, por si alguno de ellos me lee:

NO ES NECESARIO TENER TWITTER.

NO TIENES POR QUÉ TENERLO.

DE HECHO, ES MEJOR QUE NO LO TENGAS, QUERIDO POLÍTICO. 

NO TE HAN DADO EL PUTO iPAD PARA ESO.

Pero esto, amigos, no tiene vuelta atrás. Twitter ha llegado a la vida de políticos y famosos y piensan usarlo. Pero qué agusto se queda una al ponerlo negro sobre blanco.


 Hala, me voy a twitear algo.

sábado, 23 de febrero de 2013

Especial moda: ¿qué ocurre con Desigual en Barcelona?

Amancio, tu reino está en peligro.

No quiero que suene a amenaza, pero por si no te has dado cuenta, hay una marea de ropajes de color y patchwork que te han desplazado de las principales calles de nuestras ciudades.

Mi madre siempre me dice que "lo poquito agrada y lo mucho enfada". Un poco de color siempre viene bien en nuestros looks. Agrada, por tanto.

El mix de texturas, colores y línea gráfica personal, en cambio, es más bien patrimonio de las protagonistas de TU ESTILO A JUICIO, uno de mis programas favoritos.

¿Perdoooonaaaa? Yo llevo patchwork capilar, no soy un adefesio, bonita.

Casi siempre salen peor que entran, pero eso sí, con mejor pelo y las famosas CARILLAS LEONARDO, que les ponen la pareja de dentistas más guay del mundo (spin off ya).

No sé si opinarán lo mismo en Toronto, donde creo que se graba este programa, sobre el exceso de información que supone la ropa de Desigual. Que hay de todo, lo sé, pero probad a entrar en una tienda. Yo le hecho dos veces o tres y cuando salí todo me daba vueltas. Un poco como se sienten los hombres al ir de compras.

La cosa es fuerte: acabo de comprobar que esta marca tiene más de un millón de Me Gusta en su página de Facebook. Acojonante, ¿verdad?

Por supuesto, esto no es culpa de los barceloneses. Ni siquiera de los catalanes. Ni siquiera de los españoles. Si alguien tiene responsabilidad en este asunto del vestir desenfadado, esos son los GUIRIS. De hecho, su fundador parece ser que es de Suiza.

El perpetrador llegó a Ibiza y seguramente comenzó a consumir ácido. No tenía más dinero, puesto que todos sabemos que los tienen dinero en Suiza son nuestros políticos, no los hippies suizos de mierda. Por este motivo, comenzó a crear patronajes locos, sin ton ni son, hechos de tela vaquera.

La cosa no pasó a mayores. Tuvimos años de tranquilidad hasta que llegó un catalán, genio de las finanzas o no sé qué, y apostó por él, viendo el parecido razonable con Custo, otra marca con la que hay que ser muy cauto.

Repetimos: hay que ser muy cauto con Custo.

La cosa se fue de madre y qué os voy a contar. Aquí en Barcelona te descuidas y han abierto uno en tu WC. ¿Os acordáis de Starbucks, que cuando llegaron a España parecía que no quedaba una esquina libre en Madrid?

A los guiris les encantan los colores, lo desenfadado, lo FREE. Esta es la imagen que vende y la que provocó la muy vergonzante campaña publicitaria de "me voy a tirar a mi jefe" y no sé qué gilipolleces más. En una ciudad llena de ellos, ¿cómo no iba a triunfar Desigual?

Si quieres que te describa mi infierno, mejor te lo explico con esta foto.


La ropa de Desigual no es barata. No dudo de la calidad de sus prendas, de las que tengo buen feedback, pero no puedo garantizarlo tampoco.

Algunas veces me pregunto: ¿cómo sería Barcelona sin guiris? Probablemente, la mejor ciudad del mundo. Esto implicaría también una Barcelona con menos Desiguales y menos Custos. Y camareros más agradables.

Me dejo pendiente un tema muy recurrente en cuestiones de moda barceloní: LAS GAFAS. No creáis que me olvido. No es que en Madrid nadie las lleve, no no no no!! Es solamente que aquí las lleva más gente, y en colores y formatos más llamativos. Esto es así.

¿Cirugía láser para la miopía? ¿Lentillas? ¡Eso para los madrileños!, pensarán seguramente los barceloneses. Yo, como amante de las gafas, me congratulo de ello. Aunque sean de pega y sin graduar. Veamos al rey catalán de las gafas de pasta en la actualidad (no es Buenafuente):


Os presento a Òscar Dalmau, el culpable de que mi hombre no salga aún en la tele: se parecen demasiado. Demasiado gallo con gafas en el corral de TV3, seguramente.Y qué decir de la frondosa melena cobriza, es que hasta nuestra sobrina dice ¡TIETE! cuando le ve por la tele. Y eso que lo hace con él mismo al lado. Por cierto, siempre le llamo Custo Dalmau y nada que ver.

En fin, los niños... qué cosas tienen. Me voy a hacer pipí.




viernes, 22 de febrero de 2013

De puestas de sol y Mediterráneo

Con la amenaza de una ola de frío en el horizonte (recemos para que sea la última), vienen ganas de pensar en sol y en playa.

Hoy quiero recordar una de las cosas que más echo de menos de Madrid, y que me cuesta encontrar en Barcelona, es la luz. Mirar el cielo cuando está limpio, ese cielo de los Simpsons, como dice mi gran amiga peruana Luz, es algo que evadía del atasco diario, el metro en hora punta y las manifestaciones diarias. Incluso del precio de la gasolina o el metrobus.

Eso, los días que no se plantaba la boina de contaminación, pero bueno, eso se ve desde cierta distancia. Se lo dejo a mis amigos de Senlogan del Escorial, que son los baywatchers de la capital.

Uno de los placeres de todo madrileño, sea local o visitante, es darse un paseíto por el Madrid de los Austrias y terminar la tarde de entretiempo comiéndose un helado, contemplando la puesta de sol desde el Palacio Real. Te sientas en el césped y el romanticismo aflora, las conversaciones son más interesantes y todo fluye. Hágase lo mismo desde las Vistillas o el Templo de Debod y pasará lo mismo. Para los conaisseurs, la Dehesa de la Villa es un must.


Así nos ve el sol cuando se pone: descalzos y cuidando del bolso, que hay mucho mangui.

Es menester ir a una hora prudencial, porque cualquiera de estos tres lugares ya sabemos que se pone imposible, con guiris cocidos y gente enseñando los PIES, cosa que en Madrid no se debe hacer porque no tiene playa. Pero sin duda, si Madrid tuviera mar, la playa estaría a los pies de este acantilado, justo en los jardines del Campo del Moro, por donde ahora pasa el Manzanares.

Todo mesetario de pro, más si es capitalino, anhela en silencio el mar. Por eso hay tantas piscinas: para remojarse el chochal a lo loco, fingiendo que no echamos de menos las olas y el sabor de la sal. "La pisci me gusta más que la playa", hemos llegado a decir algunos, por disimular.

Claro que sí. Cualquiera puede vivir una experiencia límite yendo a las piscinas municipales, o imitar a Herodes en las comunitarias. Los gitanos de Madrid (esa especie que se reparte entre los hospitales en invierno, las piscinas en verano y los mercadillos el día que toque) son unos verdaderos maestros del agua clorada y el gusto por lo ajeno. Cuidado con esto.
Orgullosos calés recogiendo su diploma de nadar a braza en la piscina de Palomeras Bajas.

Os aconsejo que busquéis "gitanos en la piscina" en Google Imágenes: os juro que sale Cristiano Ronaldo, Lolita y la Pantoja. Google va más allá de mis pensamientos, me deja loca y me maravilla.

Como este blog es de un poco comparación entre las dos ciudades, vamos a Barcelona. Como ya sabéis, Barcelona tiene mar, playa, paseo marítimo y hasta puedes irte en metro hasta la misma arena con tus chanclas y tu pareo. Esto es algo que no se puede discutir: PLAYA GANA A PISCINA. Aquí Barcelona gana, pero no será por goleada, porque su playa emblema, la Barceloneta, solamente mola cuando no se puede uno bañar: en invierno.

En esta foto no salen los lateros, los pakis voyeurs o las chinas con dos dientes ofreciendo masajes.

Si quieres pillar los Rodalies, el coche o la moto, puedes encontrar playas mucho mejores, según me aseguran los lugareños. Ansiosa estoy de que llegue el buen tiempo y descubra por mi misma estos parajes. ¿Será este el año en el que mis piernas y mis brazos estén del mismo color? Ay, diosito mío, ¡OJALÁ!

Pero, ¡ay! No todo podía ser perfecto. Serrat cantaba "a tus atardeceres rojos se acostumbraron mis ojos", pero no lo decía por Barcelona, seguramente. Y es que aquí cuesta, por la orografía y la orientación peculiar, encontrar una puesta de sol.

Y qué importa eso, si puedes sentir la brisa marina a 20 minutos en metro, o en golpe de moto. Siempre podremos ir a Madrid a ver la imponente puesta de sol y tomarnos una cerveza en las Vistillas, vestidos de chulapos.

O a Formentera. Qué ganas de volver. Más en un día triste, desmoralizante y desmoralizado. Como este.






jueves, 21 de febrero de 2013

Torpeza es mi segundo nombre

Hoy me siento locuaz. Hoy quiero contaros muchas cosas.

Hoy quiero confesar que mi torpeza es cada día mayor. No sé muy bien por qué, quizás me acerco a edades más complicadas. ¿Quién sabe?

Últimamente percibo en mi que no estoy fina. Cosas que no habían supuesto un problema ahora se me antojan titánicas labores.

Comenzaré por lo que me pasó el otro día en el BonÁrea. Creo que en Madrid había uno en el barrio de la Prospe, pero para que los que no lo conozcáis, se trata del super más cutre que he visto jamás. Dia% es Sánchez Romero a su lado. El caso es que tienen muy buenos precios y funcionan como cooperativa que vende al gran público, como yo.


Extreme excursion a BonÁrea

Los buenos precios son incompatibles con meter el carro o la bolsa, así que dejé mis pertenencias en una taquilla de esas. Cuando salí era incapaz de abrirla, y al final tuvo que venir el cajero, con un evidente retraso mental, que me sacó del atolladero, ante la mirada de las personas de la cola. Me sentí muy MONGA. Y si llega a ser el otro cajero, el más antipático del mundo, seguro que me mete una hostia. Pero seguiré yendo, me gusta su fuet de pavo.

Siguiendo esta tónica maruja, el otro día fui al Caprabo-Eroski, arriesgando mi vida ante la posibilidad de comer carne de burra vieja. Intenté atar mi carrito ROLSER a las movidas esas para que no te lo roben, y me di por vencida. Lo dejé en modo "PARECE QUE ESTÁ ATAO", pero no lo estaba, ¡era un burdo engaño! Por supuesto, me di la vuelta y allí tenía a toda la cola del Caprabo observando mis operaciones.

Él no tuvo la culpa
Vamos, que me sacan del Alcampo de la Vaguada y me siento en pelotas. Yo, que tengo carrera...

Otra cosa que me hace muy incompetente es que por primera vez le tengo miedo a un garaje. Nuestra plaza de garaje, tan barata y cercana, es para mi un suplicio de giros, estrecheces y rayajos en mi Toyota.

Ahora que lo pienso, todo tiene que ver con cosas que transportan otras cosas. No me quiero ni imaginar si algún día me diera por pillar la tan barcelonesa bici, o la moto, muy de aquí también. Y eso que teóricamente sé llevar las dos. Pero mi destino aún no está escrito, soy demasiado joven para morir y desde luego no me la pienso jugar. Quiero que mi amor disfrute de mi, aunque sea un año más.


Mira que tengo un Bicing al lado de casa...pues es que ni loca me monto yo ahí. Ayer oí frenar a una de estas bicis, y mi sangre se HELÓ.

Motos, skaters, longboarders, patinadores, biciclistas, cacas de perro, niños con pelotas... la vida en Gràcia es bella, pero llena de obstáculos. Y estoy aquí para sortearlos y disfrutar de ellos.

Porque siempre puedes tomarte una buena merienda con tu chico al lado de casa, en La Nena, y volver a tener siete años. Y aquí da igual si eres torpe y te manchas: eso está bien visto aquí.




Beber de pie en los bares

Bienvenidos a mi blog, el blog de una mujer con pocas ganas de currar esta tarde.

Los que me conocéis sabéis que no veo series, a excepción quizás de Girls, que me tiene enloquecida. ¿Por qué me pasa tal cosa, tan extraña en nuestro mundo actual? ¿Es una pose? ¿Un postureo de esos?

Bien sabe Dios, ahora sin representante en el planeta Tierra, que no se trata de una pose. Tengo casi 34 años y aún no sé hacer funcionar bien Instagram en mi móvil. Con lo cual, mi vida no tiene filtros. Carece de ellos, que diría Arancha de Gandía Shore.

No veo series por dos motivos fundamentales: mi incapacidad de prestar atención a una pantalla de TV más de media hora seguida, y por otro, mi afición a los bares. Ahora que mi vida ha cambiado, que soy dueña de mi tiempo y que vivo en Barcelona con mi hermoso marido, este hobby... perdonad, me he desconcentrado. Mi madre me ha mandado un wasap con una foto de las niñas que cuidaba en la universidad, y que actualmente son MUJERES. Voy a llorar un rato.

Ya he llorado. Hablaba del carajillero hobby de ir al bar. Puedo decir con orgullo que nunca he pisado un gimnasio pagando, y que he cerrado muchos bares. En el fondo, esto es lo que hacemos muchos, pero algunos héroes combinan ambas aficiones. No es mi caso.

Al grano, que me lío. El caso es que como madrilenya (mujer nacida en Madrid, pero establecida y empadronada en Barcelona) me sorprende el civismo con el que se va al bar en mi nueva y querida ciudad. De todo hay, pero...¿qué ocurre en la mente de una persona para que eche de menos tanto el BEBER DE PIE EN LOS BARES? Mirad la postura de la señora de la foto: impecable con su piececito apoyado en la barra inferior.


Es muy importante que en Barcelona se apueste por poner tapas con la cañeja, así como no tener miedo a tirarla correctamente, con espuma, ¡que no falte! Por descontado, esto tendrá lugar en una hermosa y marmólea barra de bar. Cuanto más huela a lejía, mejor, más limpio estará.
Una madrileña de pro se pone una mascarrilla y tira palante. La lejía es buena.
La tapa no deberá ser cobrada. Esto es mandamiento en el sur. Si te cobran por las patatas fritas de bolsa, ¿cómo coño voy a tener ganas de tomarme otra? ¿Cómo voy a charlar con el camarero de pelo churretoso? Me perderé cosas importantes de la vida.

Mira, a una se le quitan las ganas y se va al gimnnasio o al yoga ese a 50º, y empieza a hacer dieta y deja de fumar.

Amigos, que no se pierda una buena conversación con el camarero, al calor de los vapores etílicos, por sentarse cómodamente en una silla vintage rota. La barra es donde está el jaleo, el jari, la vida. ¡¡Y los partidos se ven mejor!!


 
Los partidos en Pepe el Guarro saben a alitas y a sobras, delicious!!

Una recomendación para tortilleros, sobre todo madrileños: el blog tortillaffinity. ¡Imprescindible para gourmets de barra!